Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://phoebeerxw826741.ampblogs.com/el-minuto-exacto-en-que-zidane-perdió-el-control-75280530